Hoy es sábado 27 de agosto. Ya este fastidioso ( para mí) mes de agosto está llegando a su fin y pronto regresará el personal que se encuentra de vacaciones en el ambulatorio. Ya no tendré que levantarme tan temprano en la mañana para comenzar a las 7 am a atender yo sólo a todos lo párvulos que acuden a dicho centro, llevados por sus madres a la más mínima subida de la temperatura corporal. Se montan los niños al hombro y salen corriendo desesperadas a la emergencia pediátrica del ambulatorio, antes de intentar al menos bañarlos o suministrarles Acetaminofén. Tampoco entienden que no pueden llevar a un recién nacido con obstrucción nasal a una emergencia, donde puede contagiarse con algún patógeno más peligroso; para eso existen las consultas y los centros de salud más cercanos a la casa del paciente.
En fin, al concluir agosto se me alivia el trabajo y se acerca más la semana del 9 al 16 de septiembre en la que estaremos en la bella Isla de Margarita y un poco más adelante las vacaciones de diciembre para aliviar el stress acumulado.
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