Easytour . Programa para viajar

Arrecheras
Lluvia, whisky y dolor de muela.
El clima mejoró drásticamente. Empezó a llover al mismo tiempo que se me aliviaba el dolor de muelas por efecto del Diclofenac potásico y un whisky. Qué diferente se ve todo sin dolor; todo es bello y se puede disfrutar de cualquier cosa que se esté haciendo. La suave brisa la respiro voluptuosamente mientras escribo estas líneas . Hasta me provoca escuchar una música, una música suave. El estado natural del hombre ( y de la mujer) debería ser éste: La felicidad.
5 de agosto 2005

Es realmente deplorable la calidad de los vecinos que tengo que soportar. Todas las tardes una turba de niños sin camisa, juegan fútbol en la calle escandalizando y diciendo groserías. Como si esto fuera poco, el perro del vecino que vive a mi lado se la pasa ladrando estruendosamente sin que el mismo se preocupe en callarlo. Me pregunto hasta cuando este país va estar sumido en el salvajismo y la falta de consideración hacia los demás.
14 de agosto de 2005
Paseo a las montañas

Hoy salimos de paseo. Le habíamos prometido a Claudia que la llevaríamos a la ciudad de los Picapiedras, pero al llegar a la hacienda Santa Teresa donde supuestamente se encontraba la misma, nos encontramos con que esa no era la dirección. La ciudad de los Picapiedras está situada en la población de Samta Teresa en Charallave y ya no babía más ganas de seguir manejando. Así que paseamos por la estación de El Consejo donde compramos algunos licores para llevar a casa y Claudia, decepcionada por no encontrar las piscinas, hizo un paseo a caballo por la hacienda Samta Teresa. Al momento de regresar a almorzar para luego ir a casa decidimos llegarnos hasta la Colonia Tovar, aprovechando la circunstancia de que nos encontrábamos muy cerca de La Victoria. Así lo hicimos y empezamos a subir la estrecha vía que conduce al pueblo germano y que está ladeada por impresionantes paisajes y barrancos. En 30 minutos estábamos en una Colonia tovar abarrotada de turistas que caminaban por sus calles principales comprando frutas, vegetales y otros productos y llenando los locales de comida en los que se disfruta de la excelente gastronomía alemana. Así lo hicimos también nosotros y degustamos una excelnete sopa de cebolla seguida de una parrillada con carnes y salchicha. No comimos mucho ya que queríamos caminar luego por sus empinadas calles y comprar algo antes de regresarnos a Maracay por la misma carretera de la Victoria. El viaje de regreso fue aún más tranquilo y gratificante ya que el clima estaba muy agradable e hicimos una última parada en la escuela de parapentes que queda en una ladera del camino, más o menos a la mitad del trayecto. Allí habían bastantes personas que descansaban y tomaban cerveza luego de haberse lanzado por entre las montañas con su Parapente. Llegamos a Maracay a las 8 pm aproximadamente habiendo disfrutado de un día de verdad diferente y gratificante.
1 Comments:
At 9:39 a.m.,
Oda said…
Qué bella vista!
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